El cuarzo es una de las piedras más utilizadas y populares. Asociado comúnmente con la purificación, protección y equilibrio de energía.
Os voy a explicar el método más sencillo para limpiar y recargar el cuarzo.
Para limpiar: agua corriente y dejarlo sumergido en sal durante tres días más o menos.
Para recargar (las veces que se desee), lavarlo con agua corriente y exponerlo al sol.
Es importante mantener el cuarzo en el ambiente más puro posible, siempre que se pueda: incienso, flores frescas y velas.
El cuarzo blanco por ejemplo se beneficia más de la exposición a la luz de la luna.
Una vez limpio y recargado mantenlo unos minutos entre tus manos para que reciba tu energía y se alinee con ella, para purificar y equilibrar cuando sea necesario.
¡Disfrutad de su positiva compañía!